El túnel más ancho del mundo: una obra de ingeniería monumental que redefine los límites de la construcción subterránea


Con 55 metros de ancho y una tecnología pionera, este coloso subterráneo rompe diez récords mundiales en diseño, seguridad y capacidad de tráfico


Redacción Mundo del Transporte

En el universo de las mega construcciones, los túneles se han convertido en símbolos de avance tecnológico y audacia estructural. No solo importa su longitud o profundidad, sino también su anchura, un parámetro que pone a prueba los límites de la ingeniería moderna. En ese contexto, un nuevo protagonista ha surgido para ocupar un lugar de privilegio: el túnel más ancho del mundo, una infraestructura colosal que alcanza 55 metros de sección transversal y que ya figura en los libros de récords por sus innovaciones técnicas y su magnitud sin precedentes.

El proyecto conocido como el túnel Shenzhen Zhongshan Link, en la provincia de Guangdong (China), incluye un túnel sumergido bajo el estuario del Pearl River Estuary que se ha convertido en el más ancho jamás construido de su tipo.

Este túnel forma parte de un enlace de unos 24 km que conecta los núcleos urbanos de Shenzhen y Zhongshan, e incluye además dos islas artificiales y dos puentes en un conjunto monumental. La sección sumergida del túnel llega a 55,6 metros en su punto más ancho. Esta construcción alberga ocho carriles (dos sentidos) y está diseñado como un tubo de inmersión de acero y hormigón, posicionándose como líder mundial en su categoría.

Un récord de ingeniería global

Ubicado en una de las zonas urbanas más transitadas del planeta, este túnel representa un hito dentro de la ingeniería civil contemporánea. Su anchura de 55 metros permite albergar seis carriles por sentido, además de galerías de servicio, sistemas de ventilación y rutas de evacuación completamente independientes.

Con esta dimensión, supera ampliamente a gigantes anteriores como el Túnel de Hong Kong-Zhuhai-Macao, que hasta ahora ostentaba varios récords en términos de amplitud y capacidad operativa. La nueva estructura no solo es más ancha, sino también más segura y eficiente, integrando materiales inteligentes, sistemas de monitoreo en tiempo real y tecnología de iluminación adaptativa.

Tecnología al servicio de la movilidad del futuro

El túnel incorpora una red de sensores distribuidos que controlan de manera automática la calidad del aire, la temperatura, la humedad y el flujo vehicular. Estos sensores están conectados a un centro de control digital que analiza millones de datos por minuto, permitiendo regular la ventilación y el tráfico con precisión milimétrica.

Además, se han instalado sistemas de iluminación LED inteligentes que ajustan su intensidad de acuerdo con la densidad del tráfico y las condiciones climáticas. Esto no solo mejora la visibilidad y reduce el consumo energético, sino que también aumenta la seguridad vial.

La obra utiliza un revestimiento fotocatalítico en sus paredes, capaz de absorber contaminantes como el dióxido de nitrógeno, ayudando a purificar el aire del interior. Con ello, se convierte en una infraestructura sostenible, alineada con los objetivos de reducción de emisiones y mejora de la calidad ambiental urbana.

Diseño estructural sin precedentes

Construir un túnel de semejante anchura implicó desafíos técnicos sin comparación. Los ingenieros debieron diseñar un sistema de soporte modular que permitiera excavar y estabilizar la bóveda sin colapsos ni deformaciones, utilizando máquinas tuneladoras de nueva generación, equipadas con escudos de doble cara y sistemas de presión compensada.

El diámetro interno del túnel —equivalente a la anchura de medio campo de fútbol— requirió una planificación milimétrica en cada fase. Se utilizaron más de 500.000 toneladas de acero y concreto reforzado, junto con materiales compuestos diseñados para resistir vibraciones sísmicas y cargas dinámicas de tráfico constante.

Además, el túnel cuenta con barreras acústicas integradas que reducen los niveles de ruido en un 60 %, mejorando la experiencia de conducción y minimizando el impacto sonoro sobre las áreas urbanas circundantes.

Diez récords en una sola obra

Esta monumental infraestructura no solo ostenta el récord como el túnel más ancho del mundo, sino que también ha alcanzado otros nueve hitos reconocidos por asociaciones internacionales de ingeniería y transporte:

  1. Mayor capacidad vehicular diaria (más de 400.000 vehículos).
  2. Sistema de ventilación continua más largo del mundo.
  3. Mayor diámetro de excavación registrado para una tuneladora activa.
  4. Primer túnel con monitorización ambiental totalmente automatizada.
  5. Mayor superficie de iluminación LED inteligente en infraestructura vial.
  6. Diseño con control de temperatura por zonas (hasta 5°C de diferencia interna).
  7. Integración de red 5G completa para comunicación y gestión de emergencias.
  8. Sistema de evacuación más rápido y seguro de su categoría.
  9. Mayor densidad estructural antisísmica en túneles urbanos.
  10. Túnel con eficiencia energética más alta del mundo en su segmento.

Estos logros sitúan a la obra en el centro del mapa mundial de la ingeniería avanzada, marcando un antes y un después en la construcción de infraestructuras subterráneas de gran escala.

Seguridad y sostenibilidad como ejes centrales

El proyecto fue concebido con una clara orientación hacia la seguridad integral. Cada segmento del túnel cuenta con rutas de escape independientes, ventiladores reversibles, cámaras térmicas y sistemas de comunicación directa con los equipos de emergencia.

La sostenibilidad también ocupa un lugar central. Gracias al uso de energía solar y recuperación de calor residual, la instalación opera con un balance energético positivo en determinadas franjas horarias. Además, el agua de condensación y de limpieza se recicla mediante sistemas de filtración avanzada, evitando vertidos y optimizando el consumo de recursos naturales.

Un modelo para las ciudades del siglo XXI

Más allá de su magnitud, este túnel se concibe como un modelo de infraestructura del futuro. Las autoridades encargadas del proyecto señalan que su objetivo no es solo aliviar el tráfico, sino también demostrar que las megaobras pueden ser sostenibles, tecnológicamente inteligentes y seguras.

En el futuro, se espera que este tipo de diseño inspire otros proyectos de movilidad urbana en Asia, Europa y América Latina, donde el crecimiento de las metrópolis exige soluciones que combinen eficiencia, innovación y respeto ambiental.

El túnel más ancho del mundo no solo rompe récords de ingeniería: redefine la forma en que las ciudades entienden el espacio subterráneo, convirtiéndolo en un aliado estratégico para el transporte del mañana.

Referencias

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